Siempre queremos lucir nuestros zapatos como recién estrenados, y que decir de nuestros peques que suelen convertir unos zapatos nuevos en viejos en cuestión de minutos.
Por eso desde Mercheritas os dejamos los mejores trucos para lucir unos zapatos como nuevos.
Es IMPORTANTE saber que todos los zapatos no tienen el mismo método de limpieza por eso clasificaremos en diferentes materiales para que no os quede ninguna duda al respecto
El CUERO por ejemplo debe ser tratado con aquellos productos específicos para el material, para ello utilizaremos el BETÚN (del color del zapato).
La forma de APLICACIÓN es sencilla:
- En primer lugar pasaremos un cepillo para quitar el polvo al zapato.
- Con una toallita húmeda eliminaremos los restos de polvo que con el cepillo no hayamos podido eliminar
- Por último y con el extremo opuesto del cepillo aplicaremos el betún por todo el cuero hasta dejarlo impoluto.
Podemos en última instancia y para asegurarnos de que no salgan grietas a nuestro calzado, aplicar algunas de las cremas hidratantes de cuero que conseguirán que el cuero no se desgaste con facilidad.
Con el CHAROL lo importante siempre ha sido ese brillo característico, y aquí os explicamos como no perderlo en mucho más tiempo.
- En primer lugar pasaremos una gamuza con la que eliminaremos los restos de tierra y barro de nuestros zapatos.
- Es importante que los dejemos secar por completo antes de seguir el proceso
- En esta ocasión utilizaremos la VASELINA que aplicaremos por todo el zapato para posteriormente restregar con un paño.
Ahora nos centraremos en el ANTE, material que aunque parezca más complicado, existen trucos que nos permitirán lucirlos como el primer día.
El ante no nos permite el uso de demasiados materiales por lo que si nos encontramos con que el zapato esta realmente sucio deberemos utilizar un paño húmedo para eliminar todos los restos, sin embargo, si encontramos pequeñas zonas manchadas es más útil el uso de una goma de borrar.
Cuando nos encontramos con botas de SERRAJE debemos tener en cuenta el carácter de la mancha e identificarla antes de su limpieza, ya que variará el método según sea el origen.
- Si nos encontramos con una mancha de grasa el mejor método será el uso de POLVOS DE TALCO o SAL FINA que colocaremos sobre la mancha hasta que la absorba y posteriormente daremos con un cepillo hasta eliminarla por completo.
- Si la mancha que nos encontramos es de otra procedencia lo que debemos hacer es disolver unas gotitas de amoniaco o detergente de vajillas en agua y con una esponja ligeramente humedecida frotar la mancha, dejarla secar y cepillar.
Si queréis que vuestros zapatos luzcan como el primer día no lo dudéis y aplicar estos pequeconsejos.